Otro cruce de caminos entre la justicia y la impunidad

A  los 21 años, el rostro 
tallado a cuchillo de Luis Muiña debió asemejarse al asesino impune de mirada vacía, en la película El secreto de sus ojos. En 1976 Muiña también era un culata en el Ministerio de Bienestar Social. Como los que poblaban los sótanos sombríos que dejó como herencia José López Rega, antes del golpe de Estado. BUENOS DÍAS CÓRDOBA. La obligación de cuidar un consenso frágil El fallo de la Corte Suprema que aplicó el beneficio del “dos por uno” abrió un arduo debate jurídico y tensó el clima político. Para los organismos de derechos humanos es un nuevo motivo de dolor para las víctimas. Política

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