Guillermo Barros Schelotto juega su propio campeonato y se les anima a todos

Después de lo que se vivió el domingo en la Bombonera con la victoria agónica ante Talleres en el partido trascendental de la Superliga, se puede afirmar que Boca casi tiene el título en sus manos, media coronación en el bolsillo. Un recorrido sostenido, un líder constante y que pocos supieron vulnerar. Aunque con golpes dolorosos en las banquinas del camino que convirtieron el gran momento del equipo en un mar de dudas. Y, a la vez, de certezas externas: la derrota con River en la Supercopa hizo que muchos terminaran de ver a un plantel que no resulta ser el mismo en los partidos decisivos. A partir de allí, Guillermo Barros Schelotto empezó a ser el más apuntado. Ahora jugaron una final ante los cordobeses, la ganaron y él se mostró enfurecido, desahogado, fortalecido y convencido de que puede con todo y contra todos. Pero su actitud evidencia que mientras su equipo disputa un campeonato, él juega otro en paralelo.