Gusti Fernández, de la frustración a la hazaña: el césped también se rindió al número 1

LONDRES.– Van casi dos horas de partido. Después de haber arrancado con la pólvora humedecida, Gustavo Fernández, el Lobito, uno de los mejores tenistas en silla de ruedas del mundo, está plantando en el Court 3 de Wimbledon, el mismo en el que Guido Pella derrotó hace unos días a Milos Raonic, frente al japonés Shingo Kunieda, el jugador que revolucionó ese deporte. El cordobés está por sacar 5-1 para ganar el título y despojarse del estigma de las finales perdidas en el All England, luego de ceder en 2018 y 2017 frente al sueco Stefan Olsson. En un rincón del estadio, gran parte del equipo de trabajo y de la familia de Fernández prepara el festejo. Sin embargo, al tenista de 25 años lo invaden los demonios, comete tres doble faltas y pierde fácil su servicio (5-2). Maldice, se lamenta, pero recapitula de inmediato y sale con todo el impulso posible al próximo game de saque. Y Kunieda sufre la furia de Gusti, que termina su obra maestra venciendo al mejor jugador adaptado de la historia por 4-6, 6-3 y 6-3. Así, el argentino se adueña del tercer torneo grande consecutivo del año, luego de haber ganado el Abierto de Australia y Roland Garros; si festeja en el US Open, se adjudicará el Grand Slam.