Ángel Cappa: "No hay muchos futbolistas que sepan jugar al fútbol"

Quería entender qué pasaba en el mundo. Por eso comenzó a estudiar filosofía y psicología en el Instituto Juan XXIII de Bahía Blanca... Además, las rodillas le habían avisado a ese volante central de Olimpo que no podría confiar en ellas. Ángel Cappa dio clases en colegios secundarios hasta septiembre de 1976. Y se marchó. Con un compañero de militancia empezaron a recorrer Madrid en el exilio, y en una hojita llevaban anotados los nombres que les podían dar una mano. El primero fue Lautaro Murúa, el actor chileno, que lo puso en contacto con un señor que le encargaba resumir capítulos de libros en la Biblioteca Nacional. Más tarde Cappa vendió lámparas, llevó la contabilidad de una fábrica de muebles… "Mi lugar en el mundo es mi infancia, Villa Mitre, Bahía Blanca. Eso se lleva para siempre. Me siento muy cómodo en Madrid, mi mujer es madrileña y tengo hijos que también lo son. Pero mi lugar es ese, por cierto, un lugar que ya no existe, porque el barrio está, pero es otro", evoca.