Abr
09
2018
0
By editor
CÓRDOBA.– Talleres fue el primer en saltarse el protocolo. Salió en soledad a la cancha, no esperó a su adversario y sin querer provocó una situación extraña. Al estallido inicial de la recepción le siguió un profundo silencio. Independiente avanzó por la raya central fiel a su costumbre y el estadio acompañó la caminata sin apenas ruidos. Martín Campaña se adelantó unos pasos y solo en el momento de levantar los brazos la gente recuperó el aliento. Quizás haya sido un presagio.
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