El dólar abrió la semana en alza al combinarse una menor oferta exportadora con una demanda privada algo más robustecida que, además, volvió a resultar acompañada por las compras oficiales. Esto hizo que la cotización del billete para la venta escalara nueve centavos en las operaciones mayoristas y seis en las minoristas al cerrar a $ 15,53 y 15,79 en ambos segmentos de negocios, respectivamente.
El mercado abrió sus operaciones conociendo que las liquidaciones del sector aceitero y cerealero (el oferente más regular y activo de plaza) habían retrocedido en la semana previa un 20%, en comparación con similar período de un año antes, y un 3% respecto de la semana inmediata anterior, al totalizar US$ 536 millones.
Los operadores coinciden en señalar que esa retracción obedeció a que buscaron evitar liquidar esperando que la intervención oficial impulse una mejora en el tipo de cambio que les compensara la leve baja registrada en los precios internacionales de la soja.
Lo concreto es que esa merma en uno de los componentes de la oferta de divisas sumada al refuerzo que la demanda tiene desde hace días por las intervenciones del Banco Central (se alzó ayer y, por novena rueda consecutiva, con otros US$ 100 millones) se combinó para impulsar una leve mejora en el precio del billete. Ese avance aportó además una mejora del 0,9% en la competitividad cambiaria nominal, según la evolución del índice de tipo de cambio multilateral, que subió de 121,8 a 122,9, según la estadística que lleva al respecto el BCRA.
Pese a que las compras intentan también fortalecer la tenencia de reservas éstas volvieron a cerrar ayer con un retroceso de US$ 70 millones, en 48.558 millones.