El político que no fuma bajo el agua, pero puede chatear sumergido

El hombre intenta controlarse y está más medido que años atrás, pero muchas veces no puede con su genio. Lo saben los políticos, empresarios, periodistas y consultores que se reúnen con él: Sergio Massa está conectado las 24 horas y es difícil que no interrumpa una conversación para contestar un mensaje en el chat o grabar un audio con su teléfono celular. Lo padeció en 2015 su rival en las PASO presidenciales de UNA, José Manuel de la Sota. Durante las charlas previas y posteriores a esa elección, el fallecido exgobernador cordobés fue tal vez el político que más insistió -en serio y en broma- en que el tigrense abandonara el aparatito al menos unos minutos. Qué diría hoy el Gallego si supiera que Massa se maneja con un celular sumergible para que ni la pileta ni la ducha le impidan estar conectado.