Hinchadas unidas por los derechos humanos: cómo nació el proyecto que no entiende de colores

Son las otras hinchadas unidas argentinas. No hacen del club un negocio, no aprietan jugadores, ni se unen para presionar por un viaje al Mundial. Ellos son los que trabajan por abajo, los que miran más allá de la pelota, los que todavía creen en el rol social que los clubes pueden tener en los barrios. La de Lanús no tiene problema en abrazarse con el de Banfield. El de Racing sueña los próximos pasos con la gente de River, Estudiantes, Argentinos Juniors y Temperley. Chacarita y Chicago se hacen chistes. Huracán y San Lorenzo comparten el auto para llegar a la reunión porque son vecinos. Los de Rosario Central quieren que se sumen los de Newell´s. También están los de Central Ballester, Ferro, Defensores de Belgrano y Comunicaciones porque el proyecto no entiende de categorías. Ellos, que empezaron siendo un puñado y hoy ya nuclean a hinchas, socios y algunos directivos de 16 instituciones, presentarán esta tarde, en la marcha que conmemora el 42 aniversario del golpe de Estado de 1976, la Coordinadora de Derechos Humanos del fútbol argentino.