Sep
30
2019
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By editor
Fue un buen triunfo en una noche de sensaciones distintas. Quizá pueda apelarse al viejo calificativo de mística, que acompaña naturalmente a las victorias de Independiente, a esas imágenes de jugadores exquisitos haciendo honor a su estilo. Pero no es eso lo que contagia el 3 a 2 contra Talleres. Habrá que buscarle una vuelta a este presente futbolístico, meterse en el microclima que rodea a sus partidos, pensar qué se decía antes de la llegada de Sebastián Beccacece y qué se escucha ahora. A lo mejor, quedarse con una frase lanzada por un dirigente y analizar el significado: "hay que seguir mejorando".
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