La fusión hizo la fuerza: dos clásicos rivales del rugby unieron sus planteles para ser más competitivos

Una estación de servicio en San Nicolás. Dos cafés. Media hora de charla. De un lado, Rosendo Cerella, dirigente del rugby de Regatas. Enfrente, Jerónimo Galván, su par de Belgrano. Acordaron rápido lo que parecía utópico, algo que ese juego repleto de valores que lo distinguen es capaz de lograr: que los protagonistas ubiquen al deporte por encima de los colores y de sus fanatismos. Regatas y Belgrano, los clubes más populares de la ciudad y con clásica rivalidad, se unieron para formar Regatas&Belgrano San Nicolás para poder competir en la segunda división del Torneo del Litoral. Todo un impacto. Como si el SIC y el CASI (o Boca y River, en el fútbol) lo hicieran.