Abr
04
2018
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By editor
El veterano plateísta de la Bochini baja golpeó con furia el llavero que sostenía en la mano contra su butaca y con el rostro encendido le recordó al vecino su profecía: "¡Te dije que no tenía que jugar, te lo dije!". Apenas diez segundos antes, a los 38 minutos del primer tiempo del partido que disputaban Independiente y Atlético Tucumán el sábado pasado, Maximiliano Meza había estirado en el aire su pierna derecha para bajar un largo cambio de frente de Fabricio Bustos. El resultado del gesto del número 8 fue el desgarro del isquiotibial derecho, un problema mayúsculo en el momento más candente del Rojo en este semestre.
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