Lisandro Magallán, de ser prestado dos veces por Boca a estar en la mira de Ajax

Como tantas veces ocurre en el fútbol, en la carrera de Lisandro Magallán fue un hecho fortuito lo que determinó un vuelco. El 28 de mayo del año pasado, después de un semestre en el que el defensor apenas había asomado cinco minutos frente a San Lorenzo, Guillermo y Gustavo Barros Schelotto decidieron que reemplazase al lesionado Juan Manuel Insaurralde en un partido relevante contra Huracán. Desde ese momento, el chico de la sonrisa contagiosa y los libros de abogacía entremezclados con los botines se convirtió en una fija en la zaga xeneize. Así, en un año pasó de pelear por un lugar entre los suplentes a probarse la cinta de capitán de Boca y aparecer en el radar de Ajax, de Holanda.