Hoy jornada de votación con encuestas a favor de Macron por 62% contra 38% de Le Pen y evacuaciones por potenciales atentados.
Los franceses comenzaron a votar este domingo en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales para decidir quién gobernará el país en los próximos cinco años al ritmo de los nuevos tiempos y bajo el escenario más temido en la Unión Europea en este proceso electoral y los próximos comicios alemanes.
La policía francesa ha evacuado la explanada frente al Museo del Louvre, donde el socioliberal Emmanuel Macron celebrará esta noche la velada para recibir los resultados de la segunda vuelta de las presidenciales, informaron la campaña del candidato y fuentes de seguridad.
Un portavoz de la Prefectura de Policía que se trata de una “verificación” por la que se ha establecido un perímetro de seguridad, pero que “no hay nada alarmante”.
Fuentes de la campaña de Macron señalaron a Efe que el desalojo se produjo cuando los perros de la policía adiestrados para buscar explosivos detectaron “bolsos sospechosos” dentro del control rutinario de seguridad que estaban realizando.
En tanto, un masivo y coordinado hackeo cibernético de documentos y mails sobre el candidato favorito, Emmanuel Macron y su partido En Marcha que busca desestabilizar el resultado y los comicios mismos, en plena veda electoral.
Un masivo y coordinado hackeo cibernético de documentos y mails sobre el candidato favorito, Emmanuel Macron y su partido En Marcha que busca desestabilizar el resultado y los comicios mismos, en plena veda electoral.
Todas las sospechas de los macronistas están sobre Rusia, que apoya y financia a la candidata xenófoba Marine Le Pen del Frente Nacional, y ya buscó perjudicar a Hillary Clinton en la elección norteamericana.
En “un día de reflexión” para los electores y con la campaña finalizada, la Cámara Electoral ha advertido a la prensa de “no publicar ningún documento" vinculado al hackeo porque “es un delito criminal”, que están investigando.
El hackeo incluye documentos contables, información personal, mezclado con documentos falsos, que ya circulan en las redes sociales desde la medianoche del viernes vía un link de WikiLeaks y que fueron denunciados por En Marcha en un comunicado, dos minutos antes de la medianoche del fin de la campaña.
La prensa francesa publicó la información durante la madrugada, después que otros medios del mundo se hicieron eco. El temor para ellos era violar la ley electoral y debieron consultar a sus abogados.
Al menos 47 millones de electores van a decidir con su voto dos visiones de país: una Francia pro europea, desbloqueada, y pragmática del liberal social Emmanuel Macron del nuevo movimiento En Marcha o el neopopulismo de ultraderecha, que busca sacarla del Euro y cerrar sus fronteras, que encarna Marine Le Pen, desdiabolizada del pasado antisemita del Frente Nacional y su clan familiar.
Los franceses están frente a una opción histórica y creativa. Su voto será la respuesta europea a esta ola de populismo de Donald Trump, reencarnado en el Brexit británico en la Unión Europea y que hoy amenaza su unidad y sus cimientos. La elección francesa diseñará la futura Europa.
El secreto estará en los votos en blanco, los abstencionistas y los votos nulos en este balotaje electoral, donde al menos un 18 por ciento del electorado no quiere votar ni a uno ni al otro.
En la primera vuelta, la abstención fue del 22% pero generalmente se reduce a la hora del balotaje. Los sondeos predicen “una fuerte abstención” este domingo, luego que los partidos tradicionales como el socialismo y los conservadores Republicanos fueran duramente sancionados en la primera vuelta y se privilegiaron los nuevos movimientos políticos.
Aseguran que podrían ser entre 2,5 millones y 3,5 millones los que se inclinarían por la abstención. Corresponden principalmente a los electores de Jean Luc Mélenchon, de Francia Insumisa y el conservador François Fillon.