Boca está dispuesto a abonar la cláusula de 6 millones de dólares.
Corre Guido Pizarro sobre la arena de Riviera Maya, un paradisíaco centro turístico de México. Ahí está el volante central que anhela Guillermo Barros Schelotto, el Conde, apodo que se ganó por su elegancia para jugar a la pelota con la camiseta granate. Lo conoce bien el Mellizo, si bajo sus órdenes le dio vuelo al fútbol de Lanús. “Es el futbolista que más le gusta para este mercado de pases”, le dijo un alto dirigente a Clarín.
Y a él apuntará Boca para reforzar el mediocampo, justo cuando en la vereda de enfrente se cerró el fichaje de un futbolista estrella, Enzo Pérez (ver página 46). “Si no pide locuras, se hace”, añadió otra persona del entorno del presidente, Daniel Angelici. Pizarro fue uno de los primeros apellidos que el mandamás azul y oro escuchó de los labios de Guillermo el lunes, durante la reunión que se desarrolló en la Bombonera.