Ene
22
2018
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By editor
“Para ocupar un cargo como el de embajador hay que usar un lenguaje diplomático especial que yo no tengo”, admitía Luis Juez poco después de la polémica de octubre pasado, cuando habló de las costumbres “mugrientas” del pueblo ecuatoriano. Lo peor es la ausencia de esa otra ética “de la convicción”, la del íntimo pensamiento que revelan las palabras.
Marcela Farré*Política
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