El joven rumano de remeras XXXXXL: la vida del gigante 2,31 metros que sueña con la NBA

“Vos podés elegir: tu altura puede ser una bendición o una maldición, depende de vos”. El rumano Robert Bobroczkyi dice que lo que más recuerda de su padre es esa frase que le decía en su infancia. No le importa que con 17 años, los 2,31 metros de altura le hayan provocado una escoliosis que le trajo problemas de cadera y espalda. Él sigue persiguiendo su sueño de jugar en la NBA, por eso hace un año que juega en el básquetbol juvenil en Estados Unidos. Lo fichó el Instituto Spire, en Ohio, y desde que llegó le adaptaron cada detalle a su particular vida, según le contó a New York Times, que la semana pasada publicó un perfil suyo y lo hizo aún más famoso.