Buenos Aires. La aceitada relación político-institucional entre la Nación y Córdoba tuvo ayer un tropiezo notable en la reunión que mantuvo el ministro del Interior y Vivienda, Rogelio Frigerio, con intendentes, funcionarios y legisladores del peronismo cordobés para discutir la distribución de fondos destinados a la construcción de viviendas en pleno inicio de la campaña electoral.
El encuentro tuvo lugar en la Casa Rosada, donde Frigerio –precisamente el principal interlocutor de Schiaretti dentro del macrismo– recibió a un contingente de intendentes de Unión por Córdoba (UPC), encabezado por el ministro de Gobierno, Carlos Massei, y el titular del PJ y senador nacional, Carlos Caserio.
La reunión había sido pedida por los cordobeses, quienes dicen haber detectado envíos de fondos presupuestarios para planes de vivienda que privilegiarían a intendentes cordobeses del radicalismo y del PRO, con el fin de beneficiarlos en la campaña electoral. Concretamente, buscaban “trato equitativo”, luego de enterarse de que el ministro les había asegurado 700 millones de pesos a intendentes de Cambiemos.