Ago
14
2018
0
By editor
Estamos siguiendo esta especie de Lava Jato argentino, de revolución en cámara lenta que podría llegar a producirse en el mundo de las relaciones de las empresas con el estado y que ahora presenta otra faceta que es económica: el impacto en la economía. Todo este espectáculo tan poco edificante, tiene una magnitud desconocida por varias razones; la primera es la cantidad enorme de dinero del que estamos hablando.Hubo dos investigadores del Conicet que hicieron un cálculo por el cual los sobreprecios y las coimas de la obra pública en los 12 años de gobierno kirchnerista habría alcanzado a 36 mil millones de dólares. Lo que se ha robado en materia de obra pública durante los doce años del kirchnerismo equivaldría a pagarle a un millón de personas el salario mínimo durante siete años. La segunda peculiaridad: es bastante difícil, sino imposible, encontrar en la Argentina un caso de corrupción que termine en la Justicia y que toque verdaderamente al empresariado privado. Esto toca empresas privadas que preexistieron y sobrevivieron al kirchnerismo. Esto desata peleas entre los mismos empresarios.Wagner dice en su declaración: "Miren que esto es un sistema". El empresario, aun como arrepentido, sigue haciendo kirchnerismo.
Lee la nota completa en: