Cinco ejecutivos de importantes empresas de la obra pública en Argentina reconocieron ayer, ante la Justicia, que entregaron dinero a funcionarios públicos durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner.
El racimo de empresarios que admitió el pago de sobornos se sumó así al cordobés Juan Carlos De Goycoechea, el primer directivo arrepentido en la llamada causa de los cuadernos K.
Contar su verdad, que incluyó reconocer el reparto de sobres con cientos de miles de dólares, le valió por el momento recuperar la libertad, después de pasar un fin de semana tras las rejas.Nadie parece saber hasta dónde llegará el escándalo de los cuadernos. La matriz corrupta está sobre la mesa. Media docena de ejecutivos reconoció pagos ilegales
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