Buenos Aires. La vicepresidenta de la Corte Suprema, Elena Highton, pidió una licencia para ausentarse esta semana. El pedido se produjo el viernes. En Tribunales no hubo ayer funcionario que dejara de interpretar la licencia como un coletazo del controversial fallo que hace una semana y media benefició a un represor con la conmutación de penas conocida como “dos por uno”.
El fallo promovió fuertes críticas contra los tres jueces que votaron a favor: Elena Highton, Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz. Una masiva movilización repudió el miércoles la sentencia. Y el Congreso aprobó en menos de 24 horas una ley que quita el beneficio en delitos de lesa humanidad.
¿Pudo esta secuencia adversa motivar el “minirretiro” de Highton? “Está claro que uno no puede prescindir del contexto, pero la doctora pidió licencia como compensación de días de feria judicial en los que trabajó”, dijo la funcionaria judicial consultada por este diario. La misma fuente negó que el pedido de licencia fuese “por tiempo indeterminado”, como se filtró por ahí.
Highton tenía previsto viajar a España esta semana junto con el titular de la Corte, Ricardo Lorenzetti, a un congreso de jueces supremos de varios países.
Además del fallo del dos por uno, Highton viene arrastrando dos hechos polémicos. Uno fue el amparo que presentó a fines del año pasado para permanecer en su cargo, tras cumplir 75 años, el límite de edad que marcó la Constitución de 1994 para cesar la actividad de los jueces y que ya regía cuando ella asumió. El Poder Ejecutivo, se recuerda, no apeló la decisión de Highton de Nolasco.
El otro episodio que incomoda a la jueza es menos conocido: se trata de una denuncia en curso (hecha por un abogado ligado al PRO) por el nombramiento de la hija de Highton en la Secretaría de Relaciones de Consumo de la Corte. El fallo de la Corte por el dos por uno reveló, además, una serie de movimientos internos de la Corte: la posibilidad de que el tándem Rosenkrantz-Rosatti-Highton asome como una mayoría.