La buena noticia es que quieren seducirlo

Para los que hicimos centenares de veces el trayecto Río Cuarto-Córdoba, la autovía que acaba de terminarse es un sentimiento. Es que hemos pasado décadas acordándonos mal de los intendentes de Almafuerte (que urbanizaron de inmediato un desvío que a duras penas se hizo una vez, inutilizándolo de un saque); liquidamos generaciones de amortiguadores en los lomos de burro del shopping a cielo abierto de Elena; encaramos tantas veces la curva del ingreso a Baigorria sabiendo que allí lo más fácil era matarse...Córdoba se sembró de diques cuando EE.UU. construía la presa Hoover. Es inaudito que cayera después en un sopor tan largo.
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