El mercado argentino no está demasiado acostumbrado a la flotación libre del dólar. Por eso, el plan pactado por el Gobierno nacional con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que lo incluye como uno de sus ejes (ver aparte), es por lo menos “un experimento muy peligroso”.
Este es el pensamiento de Martín Alfie, economista jefe de Radar Consultora, para quien “el acuerdo con el FMI fija un montón de limitaciones al accionar del Banco Central de la República Argentina (BCRA), estableciendo pisos y techos que le dejan menos margen para intervenir”.Dejar que el dólar flote libremente “es un experimento muy peligroso porque es el precio más importante de la economía; en un entorno de inflación del 25 al 30 por ciento, la suba del tipo de cambio acelera la inflación”.
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