Normalidad, después de tanta irresponsabilidad

La filial Córdoba de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) parece encaminarse a recuperar cierta normalidad institucional después de la orfandad gremial que dejó a cientos de miles de cordobeses de a pie durante 10 días, en el recordado y desproporcionado paro de choferes del transporte público de pasajeros, sucedido hace poco más de un año en la Capital.
Las aguas siempre agitadas de uno de los sindicatos con mayor poder de fuego de la provincia –por la ventaja que supone paralizar un servicio esencial como el transporte– comenzarán a agitarse pronto.La protesta de 2017 Expuso la fragilidad de los poderes públicos para dar respuestas a los ciudadanos.  UTA expulsa a delegados y busca la normalización
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