Ene
18
2020
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By editor
PLAYA DEL CARMEN, México.– El golf es un deporte que a veces deja en carne viva ese delicado equilibrio entre la opulencia y el trabajo silencioso de los caddies. Y que también castiga a los jugadores con malas acciones. En el Camaleón Golf Club, donde estos días se disputa el Latin America Amateur Championship, sucedió en 2018 un episodio que dejó en el ojo de la tormenta a Matt Kuchar, un golfista hasta allí de imagen inmaculada y muy querido por el público, siempre sonriente y arropado por el simpático aliento de "¡Kuuuch, Kuuuch!". El norteamericano ganó aquella cita del Mayakoba Classic, por el PGA Tour, y embolsó un premio total de 1.296.000 dólares.
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