Mayo
21
2019
0
By editor
Rendirse jamás, pronosticó el jueves Ricardo Juncos cuando el auto N°32 era bajado del camión en el Indianápolis Motor Speedway. Un nuevo desafío para el equipo Juncos Racing se empezaba a encender, la esperanza de ser parte de la grilla de la carrera N°103 de las tradicionales 500 Millas de Indianápolis tomaba forma. Desde ese momento y hasta el instante en que Kyle Kaiser logró clasificarse en el último lugar de la repesca, la modesta escudería que lidera el argentino enseñó su enorme poder de superación. La obtención de la última plaza para la carrera que se desarrollará el domingo resultó el premio al esfuerzo, al trabajo a destajo, a la espectacular reacción de un conjunto para en 42 horas reconstruir un auto, llevarlo a la pista y por una ínfima diferencia dejar fuera de combate a Fernando Alonso , el bicampeón de la F1 que con McLaren intentaba en 2019 firmar la Triple Corona. Un nuevo milagro para quien en la crisis de 2001 cerró su taller en el país y decidió ensayar aquello del sueño americano: viajó a los Estados Unidos con unos 400 dólares en el bolsillo y empezó a escribir una nueva historia.
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