¿Bien o mal?, el país de las dos expectativas
El contraste es notable. En los ambientes empresariales, se percibe una confianza inédita sobre la marcha del Gobierno, en especial en los temas económicos.
Los sectores del trabajo, por contrapartida, miran con cautela lo que sucede. Esa prudencia esconde una preocupación más profunda sobre el futuro del trabajo y de los ingresos.