El triunfo 2-0 ante Guillermo Brown de Puerto Madryn parece que le dejó algunas certezas al entrenador de Instituto Claudio Demaría.
El superclásico podía cerrar o abrir el campeonato. Podía ratificar a Boca como el máximo candidato a ganar el título dentro de 40 días o subir a la pelea a un puñado de equipos (San Lorenzo y River, entre ellos) que parecían haber descartado el título y concentraban sus mejores energías en la Copa Libertadores. Y pasó esto último.